domingo, 10 de marzo de 2013

La escuela del futuro


¿Qué ocurrirá dentro de 20 años? ¿Cómo será la escuela? ¿Qué nuevos aparatos electrónicos existirán? Y entre tantas preguntas que se me ocurren, la más difícil… ¿Existiremos los maestros o seremos sustituidos por máquinas? Son preguntas complicadas de contestar y para ver su respuesta tendremos que esperar unos cuantos años, aunque de momento podemos ir viendo los cambios que están empezando a surgir en la sociedad y en concreto en la escuela actual.

Para ver qué les parece a los niños de hoy los nuevos cambios que están surgiendo en la escuela respecto al ámbito tecnológico, le he preguntado a mi hermana de 10 años y sus palabras textuales son “me ayudan a aprender jugando a juegos en el ordenador y así nos entretenemos más”. Creo que lleva algo de razón, pues es una forma de que los niños salgan de la típica clase de escuchar al profesor y seguir el libro. A través de los MP3, DVDs, proyectores, ordenadores… se estimulan las ganas de estudiar y el interés por continuar haciéndolo, aunque creo que tiene muchos otros aspectos negativos.
Por ejemplo, mediante todos esos instrumentos electrónicos se reduce la comunicación, cooperación, participación… entre alumnos y profesor, pues ya ni se cruzan miradas, solo se centran en las pantallas de sus ordenadores, y entre los propios alumnos. Además se les da todo hecho, mandándoles los apuntes por correo, las actividades, la clase del día… y esto hace que no tengan que copiar ni casi atender. Creo que todo esto hace que se valore cada vez menos el trabajo y la persona del profesor.
A pesar de esto creo que lo correcto sería hacer una combinación entre las nuevas tecnologías y lo tradicional, es decir, hacerles por ejemplo que cojan apuntes con el ordenador, de esta forma se enfrentan a esta situación tradicional y siguen fomentando la creatividad a través de las nuevas tecnologías. Sin dejar de utilizar por supuesto la escritura, la tecnología más antigua e importante desde hace siglos.
Por último y como conclusión creo que la clave está en que no olvidemos lo que buscamos (creatividad, comunicación, colaboración, conocimiento y conceptualización) y para ello el profesor debe realizar actividades y ejercicios creativos con o sin tecnologías, y no convertirse en profesores burócratas que llegan a clase explican el libro y se marchan, siendo esto triste y aburrido tanto para él como para sus alumnos. Así que no olvidemos que somos diseñadores de situaciones educativos y debemos actuar como tal.

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