viernes, 22 de marzo de 2013

Competencias para el S.XXI


En la actualidad nos encontramos en un momento en el que las cosas están cambiando, unas para bien y otras para mal. En este caso, una de las cosas que creo que está cambiando y para bien son las competencias que se trabajan y se desean conseguir en la escuela. Hablo de competencia refiriéndome a “la capacidad de responder a demandas complejas y llevar a cabo tareas diversas de forma adecuada. Supone una combinación de habilidades prácticas, conocimientos, motivación, valores éticos, actitudes, emociones y otros componentes sociales y de comportamiento que se movilizan conjuntamente para lograr una acción eficaz”.
Por un lado, para trabajar algunas de estas competencias debemos utilizar las tecnologías de la información, así como los medios de comunicación, en el proceso de aprendizaje y adquisición de nuevos conocimientos. Nuestros alumnos deben tener un pensamiento crítico y la capacidad de decisión en este nuevo entorno de sobre-información. Esto es así, debido a que la nueva sociedad no para de transmitir información por todos lados y ellos tienen que ser capaces de procesarla adecuadamente, de comunicarse y hacer uso innovador del conocimiento, la información y las oportunidades para crear nuevos servicios, procesos… colaborando con sus compañeros e iguales.
Por otro lado, debemos enseñarles a descubrir estas nuevas competencias, a descubrir sus nuevas emociones, habilidades… y a tener un pensamiento global, interdisciplinar para ampliar la visión del mundo y así les sea más facil incorporarse en un futuro al trabajo. Estas nuevas competencias son completamente distintas a las del “modelo industrial”, ahora se exigen otras cosas, como habilidades de pensamiento crítico, empatía, transferencia del conocimiento, creatividad, creación… Todas estas nuevas formas, son estrategias para afrontar la vida que les viene, para que sean capaces de tomar decisiones responsables, trabajar en equipo y colaboración para afrontar los retos que la vida les ira planteando.
Aún así, existen otras competencias básicas aparte de las nombradas, que no son independientes de las demás, sino que se encuentran entrelazadas. Algunos elementos de ellas se complementan con las nombradas anteriormente y abordan o tratan perspectivas y contenidos parecidos. Además, el desarrollo y la utilización de cada una de ellas requieren a su vez de las demás. Esta relación podemos observarlo en los siguientes elementos que formarían parte de cada una de ellas: resolución de problemas, actitud crítica, gestión de las emociones, iniciativa creativa, toma de decisiones…
Todo este cambio en cuanto a las competencias, contenidos, estrategias o habilidades a tratar en el aula son consecuencia de los cambios sucedidos en la actualidad. Los niños de hoy en dia no se parecen a los de antes, el mayor reto de la educación es asumir este cambio de la sociedad. Para ver la diferencia entre los niños de antes y de ahora Richard Gerver en el documental Redes – Crear hoy las esculas del mañana, nos dice que al nacer somos iguales, pero las condiciones y el entorno donde crecemos ahora han cambiado y por eso los niños cambian como personas a medida que van madurando, la diferencia mas importante está en como los medios de comunicación tienen un alcance muy grande y por tanto los niños están expuestos a problemas y conocimientos muy importanes que antes no estaban ahí. Antes se aprendía de los padres, profesores, libros… las experiencias eran limitadas, en cambio a los niños de hoy se les bombardea con experciencias, conocimentos e información.
Para terminar, en el documental Redes citado anteriormente, nos habla de la escuela del futuro, que tiene mucho que ver con todas estas nuevas competencias de las que os he hablado. Nos dicen que en esta nueva escuela se fomenta el trabajo en equipo y la solidaridad, cada alumno se siente parcipe de la sociedad, responsable de su entorno y puede y debe tener un papel activo a la hora de mejorar aquello con lo que no está de acuerdo. A partir de ahí, y de estas frases podemos empezar a trabajar e introducir estas nuevas competencias en las aulas de forma que los ciudadanos del futuro tengan ganas de vivir en un mundo mejor.

domingo, 10 de marzo de 2013

La escuela del futuro


¿Qué ocurrirá dentro de 20 años? ¿Cómo será la escuela? ¿Qué nuevos aparatos electrónicos existirán? Y entre tantas preguntas que se me ocurren, la más difícil… ¿Existiremos los maestros o seremos sustituidos por máquinas? Son preguntas complicadas de contestar y para ver su respuesta tendremos que esperar unos cuantos años, aunque de momento podemos ir viendo los cambios que están empezando a surgir en la sociedad y en concreto en la escuela actual.

Para ver qué les parece a los niños de hoy los nuevos cambios que están surgiendo en la escuela respecto al ámbito tecnológico, le he preguntado a mi hermana de 10 años y sus palabras textuales son “me ayudan a aprender jugando a juegos en el ordenador y así nos entretenemos más”. Creo que lleva algo de razón, pues es una forma de que los niños salgan de la típica clase de escuchar al profesor y seguir el libro. A través de los MP3, DVDs, proyectores, ordenadores… se estimulan las ganas de estudiar y el interés por continuar haciéndolo, aunque creo que tiene muchos otros aspectos negativos.
Por ejemplo, mediante todos esos instrumentos electrónicos se reduce la comunicación, cooperación, participación… entre alumnos y profesor, pues ya ni se cruzan miradas, solo se centran en las pantallas de sus ordenadores, y entre los propios alumnos. Además se les da todo hecho, mandándoles los apuntes por correo, las actividades, la clase del día… y esto hace que no tengan que copiar ni casi atender. Creo que todo esto hace que se valore cada vez menos el trabajo y la persona del profesor.
A pesar de esto creo que lo correcto sería hacer una combinación entre las nuevas tecnologías y lo tradicional, es decir, hacerles por ejemplo que cojan apuntes con el ordenador, de esta forma se enfrentan a esta situación tradicional y siguen fomentando la creatividad a través de las nuevas tecnologías. Sin dejar de utilizar por supuesto la escritura, la tecnología más antigua e importante desde hace siglos.
Por último y como conclusión creo que la clave está en que no olvidemos lo que buscamos (creatividad, comunicación, colaboración, conocimiento y conceptualización) y para ello el profesor debe realizar actividades y ejercicios creativos con o sin tecnologías, y no convertirse en profesores burócratas que llegan a clase explican el libro y se marchan, siendo esto triste y aburrido tanto para él como para sus alumnos. Así que no olvidemos que somos diseñadores de situaciones educativos y debemos actuar como tal.

viernes, 8 de marzo de 2013

¿Son o no son los videojuegos educativos?


 La semana pasada realizamos en clase otro debate, esta vez sobre los videojuegos. Salieron muchas cuestiones, dudas y opiniones diferentes acerca de si son o no educativos, a partir de qué punto un videojuego es educativo o no, o si es igual engancharse a un libro que a un videojuego.
Desde mi punto de vista creo que “todo en exceso es malo”, es decir, tanto si es a un libro como si es a un videojuego, llegar al punto de convertirte en “adicto” con los consiguientes problemas que ello conlleva como: bajo rendimiento escolar, conducta antisocial, sedentarismo e incluso inclinación a la violencia…ya es un problema. A veces la culpa de esta adicción no es de los videojuegos o de los niños en sí, sino de los padres o adultos a cargo del niño que no se hacen responsable de su buen uso.  
Sí que es cierto que está mejor visto ver a una persona leyendo que jugando a un videojuego, y seguramente no se le castigaría igual a un niño que pasara todo el día pegado a la tele que a otro pegado a las páginas de un libro, aunque no debería de ser así.
Una de mis compañeras comentó en el debate que debería de imitarse la metodología de algunos de los videojuegos y aplicarla en la escuela, es decir, que al igual que en un videojuego tienen varias vidas y cuando se equivocan pueden rectificar y volver a hacerlo, debería ser igual en los trabajos, ejercicios o problemas que tenga el alumno y volver a repetirlo hasta conseguir su objetivo, por ejemplo. Estoy bastante de acuerdo puesto que sería una forma de hacer ver que también hay algo bueno en los videojuegos y que de ellos se puede aprender tanto contenidos, conocimientos… como métodos y técnicas.
Al igual que los libros, hay juegos educativos y otros no tanto.
Por un lado, para controlar a nuestros niños creo que lo más conveniente es que los padres se encarguen de dirigir y supervisar el tipo de juego (en el caso de los más pequeños), pues ellos sabrán si es el más adecuado para sus hijos, puesto que es fácil encontrar juegos que fomentan la violencia, sexistas, racistas…
Otro punto que siempre he oído en contra de los videojuegos es el daño que causa estar pegado a una pantalla durante horas. Pero, he encontrado en un artículo acerca de estos temas algo interesante: Según el Profesor Dr. Jorge Alió, Catedrático de Oftalmología y director de VISSUM Corporación Oftalmológica, argumenta que “las connotaciones negativas de la informática, en general y con relación a la vista, son un mito”. Las pantallas ayudan a estimular la visión y se utilizan como tratamiento y rehabilitación en los casos de ojo vago, sobre todo en niños y en problemas de binocularidad. (Villoslada, A. (s.a.) Videojuegos educativos una herramienta para aprender [en línea]. http://www.todopapas.com/ninos/educacion/videojuegos-educativos-una-herramienta-para-aprender-3859 [Consulta: 08-03-13]


Por otro lado, los videojuegos también tienen funciones educativas como pueden ser: aprender contenidos y valores, adquirir mayor destreza y habilidades con el mundo digital, desarrollar la autoestima y superación (al conseguir el objetivo que nos proponemos desde un principio), fomentar la cooperación entre varios jugadores, aprender a tomar decisiones, favorecer la coordinación entre manos y vista…etc.

Como conclusión, creo que los videojuegos pueden ser una herramienta educativa siempre y cuando se haga un buen uso de ellos. Los padres deben tener el control de sus hijos, hacer la selección de los más adecuados, establecerles el tiempo y el lugar de juego e intentar participar con ellos en todos los que sea posible.